Las lesiones frecuentes en la danza

Una de las cosas que más suelen gustarnos es bailar, no importa si lo hacemos profesionalmente o solo para divertirnos siempre es bueno saber que  existen muchas lesiones frecuentes en la danza. Sobretodo asociadas a las extremidades inferiores. 

La danza es una actividad que requiere práctica, resistencia y flexibilidad. Implica muchas horas de entrenamiento y una exigente rutina de estiramiento que ayude a evitar lesiones frecuentes. 

Para ser buenos en el área de la danza, uno de los factores que más se toman en cuenta es la correcta ejecución de la técnica. Hacer un buen movimiento va más allá de las ganas porque implica una excelente salud muscular y neurológica que nos ayude a mantenernos en equilibrio, a trazar formas derechas, y tener posturas adecuadas. 

Esto quiere decir, que con tanto nivel de exigencia, lo más común son las lesiones. Estas se expresan con más frecuencia en los miembros inferiores, afectando especialmente los tobillos, pies, caderas y rodillas. 

 

¿Cómo identificar las lesiones frecuentes en la danza?

Para los bailarines, hacer su trabajo es una pasión. Suelen ser personas dedicadas y disciplinadas. Tanto, que a veces no se dan cuenta de que están atravesando lesiones porque no se detienen a escuchar su cuerpo. 

De modo que la mayoría de las lesiones no se dan necesariamente por traumatismo sino por sobrecarga durante un tiempo prolongado.

Por otro lado, nos encontramos con una profesión que va modelando de alguna manera la anatomía del cuerpo. Los músculos que se utilizan, la forma en que se elongan los tendones, y la fuerza que se ejerce en distintos centros de equilibrio son particulares y distintos a otras prácticas.  Esto quiere decir que requiere de un acercamiento especializado y conocedor para su diagnóstico y tratamiento. Porque generalmente las lesiones se van tratando simultáneamente con el entrenamiento. 

La mayoría de las lesiones en la danza se generan por las demandas extremas del sistema músculo esquelético, las malas posturas o técnicas defectuosas y el avance apresurado hacia posturas que no han sido maduradas.

Los dolores aparecen como molestias al realizar algunas posturas que se van intensificando con el tiempo. 

Por ejemplo, en la tendinitis del dedo gordo, el dolor solo aparece al realizar “pliés”, “relevé” . El motivo principal es que no se cuenta con un antepie fortalecido que ayude a dominar el peso. 

Las lesiones frecuentes en la danza

Las más comunes se presentan en las extremidades inferiores donde recae la mayoría del peso de la actividad.  Son principalmente afectados los tobillos, los pies, tendones y rodillas. 

  • Esguince de Tobillo, se produce por la inversión del pie casi siempre debido a caídas o traumatismos. 
  • Fracturas por estrés en metatarsianos, tibia y peroné, cuando se presentan lesiones que no han sanado, hay terreno irregular, mala técnica o  pies débiles que no permiten dominar la caída tras un salto. La sobrecarga de peso con el tiempo va fracturando los huesos y producen fracturas. 
  • Tendinitis, en el caso de la rotuliana es un proceso agudo inflamatorio en la unión de la rótula y el  tendón. Mientras que la tendinitis de Aquiles, como su nombre lo indica, es un proceso inflamatorio del tendón de Aquiles muy frecuente en bailarines jóvenes. Ambas se agravan con la hiperextensión de las rodillas que pese a que es estética y frecuente, genera lesiones cuando no se controla.
  •  Tenosinovitis del flexor largo del dedo gordo, es una de las lesiones características de los bailarines. Donde se inflama el tendón que rodea el dedo por el soporte incorrecto del peso o traumatismo. 
  • Lesiones musculares por desgarro fibrilar, rotura parcial o total, y distensión causada por un estiramiento excesivo. Cuando las lesiones son mal reparadas, dan pie a la aparición de fibrosis cicatricial.
  • Contractura muscular, cuando se fatiga el músculo y se da una contracción repetida o mantenida. 
  • Síndrome de la cola del astrágalo, es cuando aparece dolor en la región posterior del tobillo al realizar muchas veces hiperflexión de la planta del pie, como ocurre con el trabajo de puntas en los bailarines. 
  • Periostitis o síndrome de estrés tibial medial, se trata de dolor a nivel de los 2/3 distales de la tibia, que suele aparecer tras las clases y poco a poco se hace más persistente llegando a aparecer incluso durante las clases de danza. Se presenta con más frecuencia cuando se supera la limitación anatómica de cada persona y se busca la rotación extrema para alcanzar el “Dehors”, también cuando hay pronación excesiva del pie.
  • Fascitis plantar, Se trata de una cinta resistente pero no elástica, que se encuentra en la planta del pie y sólo cubierta por piel y grasa. Esta lesión suele ir asociada a la presencia de un pie cavo y debilidad muscular. 
  • Sesamoiditis, que es la inflamación de los huesos sesamoideos por un traumatismo directo debido a una mala caída o por el trabajo sobre una superficie dura. 
  • Dorsalgias y lumbalgias: Se trata de dolor en la región dorsal, que con frecuencia se transmite hacia la zona que rodea la escápula, parte superior del hombro y zona cervical. Se produce por la tensión y la mala posición de las extremidades y la parte superior del cuerpo.

¿Qué hacer ante las lesiones frecuentes en la danza?

Primeros auxilios o fase uno. 

  1. -Coloca hielo o agua muy fría lo más pronto posible. 
  2. -Minimiza la hemorragia con elevación y un vendaje de contención que sea flexible.
  3. -Ubícate en Reposo

Luego de la primera fase, lo ideal es asistir a la emergencia médica para ser evaluado por un traumatólogo a nivel óseo, de tendones y músculos. Esto indicará el tratamiento y terapia de recuperación.

La tercera fase es la de recuperación, en fisioterapiascalmar.es te acompañamos con una terna de herramientas que se ajusten a tu tratamiento de fisioterapia en Tomelloso. Por lo general se realiza terapia interferencial, ultrasonidos, masajes circulatorios, movilizaciones activas y pasivas y reeducación de la marcha. 

Evita las lesiones frecuentes en la danza

Las lesiones frecuentes en la danza pueden prevenirse o evitarse. Es recomendable bailar sobre superficies flexibles que no tengan una inclinación demasiado pronunciada. 

También evitar exponer el cuerpo a  cansancio excesivo que resulte en problemas con la técnica por agotamiento. 

Es importante fortalecer los músculos y las posturas para poder tener resistencia y control en la realización de cada movimiento.  También el calentamiento y el estiramiento adecuado antes de las rutinas se vuelve vital para disminuir la posibilidad de desgarre. 

Trabajar las elongaciones, extensión de las extremidades, curvaturas de los pies, manejo del peso y demás posturas es vital para disminuir los riesgos de lesiones.

El uso de indumentaria inadecuada también se convierte en un factor de riesgo. Asegúrate de utilizar zapatillas profesionales, con las puntas adecuadas, que no estén desgastadas y sean de la talla indicada. También debes tomar en cuenta que es muy importante realizar el amarre de las cintas correctamente.