La tortícolis del lactante o tortícolis congénita muscular, es muy común en bebés recién nacidos, se trata de una posición irregular en la cabeza del bebé. Que le hace lucir cabizbajo o con el cuello torcido.
Algunos padres se preocupan mucho porque piensan que se trata de algún problema neuromuscular grave. Sin embargo, pocas veces amerita tratamiento quirúrgico. En la mayoría de los casos cuando se realiza la atención a tiempo y se hace el tratamiento de fisioterapia adecuado, la evolución es buena y se puede resolver sin secuelas.
¿Qué es la tortícolis congénita?
Es una posición rígida del cuello del niño que le impide mover correctamente su cuello o girarlo. Los investigadores consideran que puede estar producida por una postura que adoptan los bebés dentro del vientre materno o tras las maniobras de un parto difícil.
Es sumamente común cuando hay fórceps o uso de ventosas porque se hace una presión en el músculo esternocleidomastoideo que puede generar la lesión. Es decir, posterior contractura y dificultad para la movilidad.
Se suele identificar porque el bebé tiene la cabeza inclinada hacia un lado y el mentón apuntando hacia el lado contrario. Esta lesión muscular, se presenta al momento del nacimiento o durante los primeros meses de vida. No es grave, no genera dolor en el infante y si es tratada a tiempo, basta con hacer correcciones de postura y ejercicios de elongación para tratarlo. Si la evolución no es favorable, el médico indicará estudios para descartar lesiones complejas.
La principal consecuencia de tener tortícolis congénita es la tendencia del bebe a estar siempre del mismo lado al acostarse, al amamantar y en su día a día. Lo que puede producir la estimulación muscular de una parte del cuerpo más que la otra y el aplanamiento de la cabeza en el lado contrario.
El tratamiento está basado en liberar las tensiones del músculo con rehabilitación especializada en ejercicios físicos neonatales.
Algunas preguntas frecuentes
¿La tortícolis congénita tiene implicaciones graves?
No es una enfermedad grave, pero puede agudizarse si no es tratada a tiempo. En algunos casos cuando hay una posición anómala en el espacio intrauterino puede asociarse a displasia evolutiva de cadera. Sin embargo, el especialista realiza algunos exámenes de evaluación cuando sospecha que se trata de algo más complejo.
¿Cómo puedo saber que mi bebé tiene tortícolis congénita o tortícolis del lactante?
Podrás darte cuenta cuando haya dificultad para girar, cosa que es complicada en los primeros meses de vida, el ejercicio diagnóstico tiende a ver el movimiento del niños cuando te sigue con la mirada. Suele verse la cabeza inclinada en una sola dirección, habrá dificultad en la lactancia en uno de los dos pechos. También se suele sentir el nudo formado en el cuello por la tensión muscular y existirá una tendencia a estar acostado de un solo dado, lo que posteriormente deriva en plagiocefalia posicional o cabeza plana.
¿Los exámenes diagnósticos son complicados?
No, el médico hará un exámen físico sencillo que busca ver hasta donde gira la cabeza el niño. Sólo en los casos donde se vean síntomas de algo más complejo se requieren estudios adicionales.
¿Puedo corregir la lesión en casa?
Hay que tomar en cuenta que a veces la buena intención puede complicar las cosas si no tenemos los conocimientos técnicos adecuados. La recomendación es que el médico neonatólogo o pediatra haga el descarte de lesiones avanzadas. Luego que intervenga el fisioterapeuta para la primera atención y que este posteriormente enseñe a los padres a realizar los cuidados en casa con la técnica correcta.
Los padres están en la obligación de estimular el desarrollo motriz del bebito. Mientras más se estimule, menos tensiones acumularán los músculos de modo que se puede ayudar haciendo actividades que le ayuden a girar la cabeza por sí solo.
Un ejercicio importante puede ser acostar al bebé algunos segundos sobre su estómago para que tenga la obligación de ejercitar el cuello. Otro puede ser colocarse del lado contrario donde está su cabeza y tratar de llamar su atención para que voltee.
¿Cuánto tiempo dura la tortícolis en desaparecer?
El tiempo de recuperación va a depender de las herramientas con las que se cuente para tratar la lesión. Puede durar hasta 6 meses en desaparecer por completo. Hay que tomar en cuenta la cantidad de sesiones de ejercicios semanales, el descarte de enfermedades mayores, y la ayuda de los padres.
Por eso, los especialistas recomiendan seguir un protocolo donde el médico haga el diagnóstico, proponga el acompañamiento fisioterapéutico y este enseñe a los cuidadores técnicas para darle continuidad en casa.
¿A dónde puedo acudir para el tratamiento de rehabilitación de mi bebé?
En Fisioterapia Calamar.es tenemos a tu disposición profesionales de la salud neonatal capacitados para atender a tu bebe cuando lo necesites y orientarte en los cuidados posteriores que debes mantener en casa para acelerar la evolución de la lesión.
Si tienes cualquier duda, puedes contactarnos o agendar tu cita con nosotros donde te responderemos todas las inquietudes que tengas.