El síndrome del hueso trígono es una afección congénita que desencadena un terrible dolor en profesionales de la danza y los deportes.
Se trata de un hueso adicional que le sale a algunas personas en el tobillo y que no sabemos que existe hasta que nos duele. Hoy te invitamos a conocer más de esta curiosa enfermedad y cómo lidiar con ella gracias a la fisioterapia.
¿Qué es el Hueso Trígono?
Se trata de un hueso adicional que se desarrolla espontáneamente en algunas personas detrás del tobillo. Y se conecta al astrágalo por una especie de cinta o tejido fibroso.
Puede estar en uno o los dos pies y es congénito. Pero se hace evidente durante la adolescencia cuando una parte del astrágalo o tobillo no logra fusionarse con el resto del hueso y se crea este huesito adicional.
¿Qué es el Síndrome del Hueso Trígono?
Es una afección poco común y desconocida por la mayoría de las personas que lo tienen hasta que les causa problemas y aparece el dolor. Este dolor es desencadenado por alguna lesión, como un esguince por ejemplo, y es conocido como el síndrome del hueso trígono.
En algunas ocasiones tiene carácter ocupacional, y se puede encontrar en personas que apuntan repetidamente los dedos de los pies hacia abajo. Como bailarinas de ballet, jugadores de fútbol, nadadores y otro tipo de atletas. En este caso se produce lo que conocemos como la “lesión cascanueces”.
Cascanueces, porque el hueso trígono queda aprisionado entre el tobillo y el talón, y al liberarse, estira y rasga el tejido con que se conecta al astrágalo. En consecuencia, provoca una fuerte inflamación.
¿Cómo saber que tengo un hueso trígono?
Lo más probable es que al hacer presión con el dedo gordo del pie o al apuntar los dedos hacia abajo, sientas un dolor agudo y profundo en la parte de atrás de tu tobillo.
También puede ser un area sensible cuando la tocas o presentar algún tipo de hinchazón. Sin embargo, aunque se puede confundir con otras lesiones como fracturas o el tendón de Aquiles, es el dolor intenso la primera señal.
Para el diagnóstico, se realizan algunas preguntas de rigor, se examina el pie y se realizan las radiografías necesarias.
¿Cómo es el tratamiento?
En Fisioterapia Calmar.es preferimos evitar a toda costa la intervención quirúrgica para tratar cualquier lesión. Por lo tanto el enfoque siempre será alternativo, complementario y especializado, que puesta por el reposo, la medicación oportuna y la rehabilitación.
En el caso del hueso trígono, la primera fase del tratamiento es el reposo para disminuir la inflamación que causa el apoyarse en el pie lesionado. También se coloca hielo y si es necesario algunos medicamentos antiinflamatorios no esteroideos que disminuyen el síntoma de inflamación y dolor.
En algunas ocasiones, se utiliza una bota para restringir el movimiento del tobillo y si no cede la inflamación se suele inyectar cortisona.
Cuando el daño es irreversible y no cede con esta propuesta terapéutica se procede a remover el hueso a través de una cirugía.
Fisioterapia para el tratamiento
No podemos omitir que el diagnóstico diferencial es clave para el desempeño del terapeuta en la rehabilitación. Porque permite descartar otras lesiones como la bursitis retrocalcánea, la patología del flexor largo del primer dedo y de los peroneos, la patología del tendón de Aquiles, artropatías degenerativas e inflamatorias del calcáneo y de la parte posterior del pie, la inestabilidad de tobillo, el síndrome del túnel del tarso, lesiones osteocondrales y ligamentosas y otras patologías menos frecuentes como la enfermedad de Sever.
En las sesiones de fisioterapia se combina la terapia manual, utilizando técnicas como ejercicios de elongación, ejercicios contrarresistencia y empleo de tape para limitar la flexión plantar del tobillo, junto con otras técnicas más complejas como lo son los ultrasonidos y la estimulación eléctrica nerviosa transcutánea (TENS).