La epiduroscopia o endoscopia espinal es un procedimiento de vanguardia que permite visualizar el espacio epidural con fines diagnósticos y terapéuticos. En pacientes que sufren de lumbalgia o lumbociatalgias.
Un gran porcentaje de las personas que sufren de dolor lumbar suelen superarlo con los medicamentos y la fisioterapia adecuada, en un breve tiempo. Sin embargo, entre un 7 y un 10% sentirán incrementar su dolor hasta hacerse crónico y punzante.
Para este tipo de personas la epiduroscopia puede ser una alternativa. Este tratamiento se emplea en personas que a pesar de mantener un régimen de fisioterapia no alcanzan a eliminar el dolor lumbar.
Implica el uso de un epiduroscopio flexible, de pequeño tamaño, con una fibra óptica que en ocasiones, puede utilizar otros instrumentos.
Ventajas de la epiduroscopia
- Es un procedimiento mínimamente invasivo
- Permite la visualización de los tejidos en tiempo real o anterior.
- Facilita la realización de biopsias.
- Confirma el diagnóstico sobre el origen del dolor.
- Permite depositar sustancias terapéuticas en el lugar de la lesión
- Puede aplicar lisis mecánica de adherencia y/o resonancia molecular cuántica para recuperar el tejido.
- Facilita la realización de técnicas de radiofrecuencia.
- Permite la exploración de formaciones de tejidos o tumores en posible desarrollo.
¿Cómo surgió la epiduroscopia?
Esta técnica, fue usada por primera vez en la patología forense por el Dr. Burman (1930) con un epiduroscopio rígido. En los años 60 se le adhirió al epiduroscopio una fuente de luz. Iniciándose la exploración del espacio epidural en la veterinaria e incluso en algunos pacientes humanos con lumbalgia.
Con el desarrollo de un fibroscopio flexible y muy pequeño. Se inicia para los años 90 el desarrollo de una amplia gama de posibilidades terapéuticas seguras y poco invasivas. Luego de muchos estudios y revisiones sistemáticas se sientan las bases clínicas del procedimiento. Y recibe en 2006 su primera aprobación de la Agencia de Administración de Alimentos y Medicamentos norteamericana (FDA)
En la actualidad, gracias a la epiduroscopia se pueden realizar técnicas de resonancia molecular cuántica y de radiofrecuencia pulsada simple y bipolar.
¿Cuándo hacer una epiduroscopia?
Según la Revista de la Sociedad Española del Dolor (2014) éste procedimiento puede estar indicado en los siguientes casos:
- Pacientes con dolor radicular lumbosacro crónico. De moderada a alta intensidad, en los que ha fracasado el tratamiento tradicional.
- Infiltraciones epidurales interlaminares o transforaminales, epidurolisis bajo control fluoroscópico (técnica de Racz)
- Aplicación de técnicas de neuromodulación.
- Víctimas de cirugías fallidas de columna
- Personas con estenosis de canal con afectación radicular de uno o dos segmentos.
Otros usos
- Asistencia para colocación de electrodos o catéteres epidurales,
- Toma de biopsias
- Retirada de cuerpos extraños.
- Punción y aspiración de quistes epidurales,
- Acceso a espacio epidural anterior fundamentalmente indicada en el tratamiento quirúrgico de disco intervertebral.
Contraindicaciones
Nos informa la Sociedad Española del Dolor que las contraindicaciones del procedimiento de epiduroscopia son:
- No firma del consentimiento informado.
- Infección o sepsis general o en el lugar de punción.
- Enfermedad activa grave (insuficiencia hepática o renal grave).
- Obesidad con un índice de masa corporal (IMC) > 35 (contraindicación relativa).
- Imposibilidad de mantener posición en prono más de 60 minutos (contraindicación relativa).
- Alteraciones cognitivas importantes (falta de colaboración).
- Alteraciones psiquiátricas graves (falta de eficacia).
- Coagulopatía o tratamiento antiagregante o anticoagulante no modificado.
- Cirugía vascular cerebral previa.
- Vasculopatía cerebral (angiomas, aneurismas, etc.).
- Enfermedades oculares y retinianas.
- Estenosis de canal cervical con mielopatía.
- Quistes meníngeos o psuedomeningocele posquirúrgico.
- Epilepsia.
- Cefalea (excepto menstrual).
- Signos de alteración neurológica grave o progresiva («Red Flags»).
- Alergia a algunas de las sustancias utilizadas (anestésicos locales, corticoides, etc.).
- Embarazo.