Uno de los dolores más frecuentes entre los pacientes que acuden a realizarse fisioterapia es el dolor de cuello. Aproximadamente un 70% de la población tiene un encuentro cercano con lesiones cervicales, que se traducen en un dolor persistente y recurrente que limita el movimiento.
Generalmente se trata de molestias de toda la zona cervical y los hombros, y es conocido terapéuticamente como cervicalgia.
¿Qué ocasiona el dolor de cuello?
El dolor de cuello suele presentarse por una distensión asociada a malas posiciones en nuestras actividades cotidianas. Recordemos que el cuello es flexible y al intentar sostener el peso de la cabeza se hace altamente vulnerable a lesiones que causan dolor y limitan el movimiento.
Sin embargo, no hay que dejarlo pasar porque en raras oportunidades puede ser un indicador de un problema más grave. Especialmente si va acompañado de entumecimiento, dolor punzante o problemas con la fuerza de las manos o brazos.
En lineas generales la inflamación cervical puede darse por muchos factores. Lo más común son los traumatismos, por ejemplo el latigazo cervical por el jaleo hacia adelante y hacia atrás de un impacto en el coche.
También, es frecuente la mala postura ocupacional especialmente tras el volante o frente al ordenador. Y las enfermedades inflamatorias como artritis o espondilitis.
Otros factores menos comunes como los problemas de visión, la maloclusión dental, las tensiones nerviosas o radiculopatías, también se manifiestan a través del dolor de cuello.
Podemos también dividir las causas del dolor de cuello en 5 tipo de lesiones básicas:
- Tensiones musculares, tiene que ver con cualquier cosa que hagamos que implique una sobrecarga muscular. Mala posición frente al computador o al teléfono. Muchas horas encorvado. Una posición inadecuada para la lectura e incluso una forma particular de apretar los dientes que pueda tensar los músculos del cuello.
- Articulaciones desgastadas, bien sea por uso inadecuado o por el paso de los años. Se trata del desgaste de los cartílagos que se ubican entre las vertebras cervicales, que pueden afectar el movimiento articular.
- Pinzamiento del nervio, que tiene que ver con la presión que se establece sobre las ramificaciones nerviosas que van desde la médula hacia el resto de la espalda. Suelen producirse por una tensión muscular, estrés, o hernias discales.
- Lesiones o traumatismos, contusiones, accidentes y colisiones automovilísticas en la parte posterior que a menudo provocan una hiperextensión cervical.
- Enfermedades. Ciertas enfermedades, como la artritis reumatoide, la meningitis o el cáncer, pueden causar dolor de cuello.
¿Cómo saber que debo hacer?
La cervicalgia puede provocar mareo al cambiarnos de postura e incluso algunos dolores de cabeza. Limita el movimiento de la zona cervical y altera el motor muscular.
Aunque suele mejorar gradualmente con fisioterapia, ejercicios y tratamiento en casa. Es muy posible que venga acompañada de rigidez muscular que limita la movilidad. Y que empeore si no corregimos las posiciones.
Cuando el dolor de cuello intenso es consecuencia de una lesión, como un accidente automovilístico, un accidente por hacer un clavado en el agua o una caída. Debes ir directamente con el médico para que realice todos los estudios necesarios para evitar lesiones complicadas.
También, hay que prestar atención cuando el dolor persiste durante varios dias sin alivio, cuando se prolonga a las extremidades, si se hace muy intenso y si se acompaña de entumecimiento y hormigueo.
¿Cómo tratar el dolor de cuello en Tomelloso con Fisioterapia?
Tratar el dolor de cuello en tomelloso es súper sencillo. En un nivel primario podemos valernos de relajantes musculares, ejercicios y reeducación de posturas o hábitos.
Cuando el dolor es un poco más intenso pero no llega a inmovilizarnos podemos iniciar un tratamiento terapeútico profesional en fisioterapiacalmar.es que incluye masajes, fibrólisis, ejercicios activos, inducción miofascial y electrólisis.
