La única postura del cuerpo que es universal, porque está presente en todas las culturas y en todas las épocas, es la postura de pie. Esta postura es la condición natural de muchas personas en el mundo, las cuales se ven obligadas a pasar muchas horas de pie diariamente.
Los pies son la base de sustentación del cuerpo y sirven de palanca para su locomoción. Para cumplir esta función tienen la capacidad de adaptarse a cualquier superficie. Sin embargo, la influencia que tienen en la estática del cuerpo afecta la postura del cuello, cabeza, tórax, pelvis, muslos y piernas
Cuando permanecemos mucho tiempo de pie, la bóveda plantar puede verse afectada de dos maneras, por:
- El aplanamiento del arco (pie plano), lo que produce talalgias.
- El aumento de la altura del arco (pie cavo), lo que origina metatarsalgias.
Riesgos relacionados con la postura de pie
Sea en movimiento como en posición estática, permanecer de pie por muchas horas genera que las condiciones físicas del cuerpo se vean afectadas. Algunas de las consecuencias relacionados con el trabajo de pie son:
- Se disminuye el flujo de sangre provocando fatiga y tensión muscular en piernas, espalda y cuello.
- Aumenta el riesgo de padecer varices.
- Origina problemas en las articulaciones de la columna, caderas, rodillas y pies.
- Provoca a largo plazo, daños en tendones y ligamentos, que pueden originar trastornos reumáticos.
- Provoca la aparición de las siguientes dolencias: pies planos, fascitis plantar, juanetes, edema, venas varicosas, insuficiencia venosa y el síndrome de piernas cansadas.
Determinando la carga de trabajo
Existen distintos métodos para evaluar la carga de trabajo y el alcance que la postura de pie supone para la salud de las personas. Métodos de evaluación como el OWAS (Ovako Work Posture Analyzing System) o el REBA (Rapid Entrire Body Assessment), se utilizan para gran cantidad de oficios. Es importante hacer notar que existen otros métodos diseñados especialmente para algunas ocupaciones.
Medidas preventivas para afrontar el trabajo de pie
Para prevenir los riesgos asociados a la permanencia de pie durante muchas horas, se deben tomar medidas preventivas. Entre las que podemos destacar las siguientes:
- Asegurarse que existan condiciones para el trabajo a pie quieto, esto es, superficies apoyapiés con una altura de 20 centímetros. Deben incorporarse en mostrador para tareas que implican una carga estática. En este caso, la posición más favorable es alternar el peso del cuerpo sobre un pie y el otro, para descansar la zona lumbar y las piernas.
- Las mesas de trabajo deben contar con alturas regulables para adaptarla a las necesidades de los empleados.
- Hacer uso de alfombras ergonómicas, suelos de madera o de goma para mitigar la fatiga del trabajador provocada por la dureza de los pisos. l
- Equipar al trabajador con un calzado de trabajo apropiado. Para trabajar de pie de manera continuada, es recomendable que el calzado sea:
- Ajustado a la talla.
- Flexibles y que permita la transpiración, pero que otorgue el suficiente agarre en el talón.
- La plantilla debe ser acolchada y la suela, antideslizante.
- La ligeros
- De tacón bajo (3 o 4 cm).
- Crear periodos de descanso para variar de posturas y realizar estiramientos que relajen las zonas musculares más afectadas.
Recomendaciones para que puedas trabajar de pie
Si desempeñas un trabajo que te obligue a permanecer de pie mucho tiempo sin contar con las condiciones básicas de protección, puedes protegerte de la siguiente manera:
- Aprovecha los momentos de descanso para sentarte.
- Durante las comidas, pon los pies en alto y toma abundante agua.
- Trata de ubicarte sobre pisos de alfombra, madera o goma.
- Adquiere un tapete antifatiga, para reducir el estrés en pies y piernas.
- Usa un calzado a la talla con un tacón de 3 o 4 cm máximo,
- Usa medias de descanso.
- Cuando llegues a casa, túmbate en el suelo y haz un ángulo de 90º con tus piernas apoyadas en la pared, durante al menos 15 min.
Beneficios de la fisioterapia en el tratamiento de los dolores de pie.
Cuando las lesiones podales se hacen crónicas. Es recomendable la consulta con especialistas que te ayuden a disminuir el dolor y a realizar ejercicios que mejoren la marcha.
Para esto, la fisioterapia es una gran aliada porque tiene resultados a corto plazo, es económica y es ambulatoria. Además, reduce la inflamación disminuyendo notablemente el dolor. Permite recuperar rápidamente las funciones motoras, Ayuda con la irrigación sanguínea y la vascularización. Corrige las malas posturas y fortalece la musculatura disminuyendo el riesgo de reincidencias en las lesiones.